Cristián Ritalin León
Good bye 2011

Permítanme el cliché de la rememoranza anual, aprovechando de que ultimamente mi máximo “posteo” son dos lineas y un link que encontré en alguna parte. Curando contenido más que haciéndolo -a menos que estemos hablando de campañas y revisiones, que ahí es totalmente distinto.
El 2011 se nos está yendo, y el famoso ultimo año maya ya está por empezar…. Así que valga la costumbre de recordar el año que se está esfumando. Para mi, un año extraño. Accidentado -mi choque en moto y el accidente cardiovascular de mi suegra-. Un año menos bling bling pero más pesado y arduo que otros, en la pega. Con un foco quizás demasiado fuerte en redes sociales, pero con satisfacciones y premios igual: desde el grand Prix en los FIP hasta los Effies y Oros en los Amauta y los Big!. Fue un año de viajes entretenidos (Sao Paulo, New York, La Paz y dos veces a Lima), de cambios -desde el espacio físico en la oficina hasta gente nueva, cuentas nuevas y responsabilidades nuevas… Pero si tengo que darle una sola palabra al 2011, le pongo “aprendizaje”. Aprendí a pararme frente a una clase en vez de una audiencia. Aprendí que uno siempre, siempre, cosecha lo que siembra. Aunque demore. Y sobre todo, aprendí que somos una molécula mínima en un universo enorme, así que más nos vale disfrutar, aprender y amar por nuestra cuenta, que nadie lo hará por nosotros.
Feliz 2012, gente. No creo que el mundo se acabe, pero sí creo que se va a pegar una tremenda transformada. Y en eso, quizás los Mayas estaban totalmente en lo cierto. Este mundo, como lo conocemos, sí se acaba el 2012.