Evelyn: mirando p´adelante de un abismo
- Cristián Ritalin León
- 6 nov
- 2 Min. de lectura
Un caso de cómo la incoherencia puede volverse viral por las razones equivocadas
Yo ODIO esa frase pelotuda de “no hay mala publicidad”.
Mal traducida de los gringos, del publicist —que no es publicista, es el de relaciones públicas—. Para un rockstar o las Kardashian, puede que funcione: si hablan de ti, ganaste.
Pero cuando se trata de construir marca, y más aún marca política, esa lógica no solo es falsa: es peligrosa.
El nuevo video de Evelyn Matthei, un trap llamado “Mirando p’Adelante”, es el ejemplo perfecto.
Una candidata que venía instalando el relato del diálogo, la unión y el trabajo conjunto… aparece atacando a Boric, a Jara y a Kast, en un formato tan torpe que ya es un meme.
Desde lo estratégico, la pieza falla en tres niveles básicos:
1. La estrategia (o la ausencia de ella).
Nada conecta con el mensaje que Matthei venía construyendo. El tono confrontacional cancela el relato conciliador. Es una marca que se contradice a sí misma.
2. El fondo.
El contenido no propone nada. Solo dispara. “Todos los otros son malos” no es una idea, es una pataleta sin contenido. Y ese tipo de narrativa, lejos de atraer, genera rechazo.
3. La forma.
El trap hecho con IA barata, sin ritmo ni métrica, con frases imposibles de tomar en serio (“la gente no puede comprar maíz mientras tu ministro come langosta en París”) termina siendo ridículo. Nadie compra maíz. Nadie se lo cree.
Hasta ahí, el análisis técnico. Pero pongamos un paño frío.
Quizás la política —y el marketing político— están hoy tan por encimita, tan irrelevantes, que el grueso de la gente ni vio el video completo. Se quedó con la cuña, con la noticia, con el titular.
Un millón y medio de reproducciones no es tanto. (¿O sí?) Pero si de verdad querías hablarle al segmento medio-bajo, al votante indeciso (que es casi el 30% del electorado), ¿qué sentido tiene dejar “mono sin cabeza”, disparando a todos lados, en vez de construir un diálogo que conecte con tu propia propuesta y tu propio personaje?
Eso es lo más grave: no hay propuesta.
Solo un intento de capitalizar la rabia, de gritar más fuerte.
Y viniendo de una candidata que ha tenido tropiezos constantes con su equipo, con sus dichos y sus cuñas, este paso atrás en el tono y el relato destruye el poco terreno ganado con la idea de “construyamos juntos”.
El resultado es una contradicción que suena más fuerte que cualquier base de trap:
un mensaje que prometía unión… y terminó dividido entre el meme y la vergüenza ajena.





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