A ver si resulta.
Estoy a chorrocientos mil metros sobre la tierra, entre Santiago y Quito. En la pantalla muda veo a Steve Carrell en esa comedia romántica del tipo enamorado de la novia de su hermano (saw it), acabo de terminarme las Crónicas de Spiderwick y un Jack&Coke (en ese orden), y mis podcasts sabiamente almacenados para la ocasión también se están acabando.
Llevo 4 horas en este asiento minúsculo (y eso que soy chico), y me bajó el aburrimiento de viaje.
Lo peor de todo es que vine ultra preparado: libros, música… Pero mi mochila está al fondo de un compartimiento absolutamente lleno de bolsas de una tipa que, cuando me paré para buscar mis cosas, me miró como con cara de pena.
En fin.
Así que bloggueo desde un Airbus. Alguien lo ha hecho antes? El zumbido del viento a más de 600 kilómetros por hora, los carritos que pasan casi tan seguido como la gente que va al baño…
Me leí toda la IN. Empecé a ver “Helvética”… Pero nah. No es como para un avión.
O es que hay algo que se puede hacer en un avión que sea digno de contar?
Por lo pronto, bloggeo.
En vivo desde el 1446 de LAN, Ritalin camino a Quito. Vean mi Facebook para más info.
Nosve.
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