En algún momento de la vida el laboratorio dueño del Ritalin me mandó un “Cease and desist”. Claro, @ritalin es una marca. Pero también mi “marca personal” desde que era practicante. Y con un par de correos y links, el asunto quedó zanjado. Gané. Fui el primero en meterme en Twitter, antes que ellos, así que me quedé con ese nombre. Y con el de Second Life (😒), algunos juegos y varias plataformas más. La razón? Me parece fundamental que como comunicadores, seamos curiosos. Nos metamos a las plataformas nuevas. Experimentemos. Y, como me ha pasado muchas veces, “nos caigamos antes que nos vean”.
Hoy ando cagado de la risa haciendo estupideces en Tik Tok con mi hija de 5. Algunos los guardo en privado; otros, muy pocos, los subo. Cuarentón en Tik Tok? No, push. Perdóname: Marketero. Estoy trabajando, ya? (Ahora, que me encante mi trabajo es otra cosa).
Con los Podcasts pasa un poco lo mismo: Soy fanático de Joe Rogan y de The Vergecast desde hace muchísimos años. Con Copano mismo hicimos un Podcast para Ripley por ahí por el 2010. Y recién ahora agarra fuerte. Asi que recien ahora me lancé, desde justo la pandemia en adelante, con mi RitaCast. 28 capitulos y contando.
Pero es momento de seguir experimentando. Y desde el martes a las 19,00 sumo al RItaCast... el “RitaTube“. quizás sin sonido de estudio, y quizás bajándole la calidad al audio del Podcast que grabé a la par (claro, el podcast lo suelo grabar en mi walking closet; sonido perfecto, entre abrigos y chaquetas)… Pero es un experimento. Una prueba.
Como deberíamos acostumbrarnos a hacer siempre.
Yorumlar