La pandemia blablablá, la forma de relacionarnos blablablá y las reuniones blablablá. No les voy a dar la lata con lo que todos estamos viviendo y sintiendo. Por primera vez ¿en la historia? el mundo entero está alineado en miedos, anhelos y problemas. Todos encerrados. Todos lejanos… Pero también, en cierta forma, más cerca que nunca.
Mucho hablamos de la “distancia social” (que en realidad es sólo físico; con varios Zooms, Teams o Meets cada día), pero no sé si le estamos tomando el peso al vaso medio lleno: la manera en la que, primero, nos estamos acostumbrando a una forma de relacionarnos que ya pasó hace rato la regla de los 21 días, con la muerte súbita y total de esas “reuniones que eran para mail” y los desplazamientos de 1 hora para meetings de 30 minutos… y algo que me he dado cuenta con el correr de los días (¡y meses!). Algo que he bautizado como Acercamiento Consciente. Que, más que el antónimo al Distanciamiento Social, es un bonito efecto secundario.
Tuve la buena (y mala) suerte de convertirme en jefe super chico. A los 30 años ya era Director General Creativo de MRM. Y cuando eso pasó, uno de mis tíos, entonces Gerente General de una clínica, me comentó entre las felicitaciones que, lamentablemente, también me daba la bienvenida a la “Soledad del jefe”. Nadie invita al jefe a los cumpleaños. Nadie es tan abierto ni cercano con el jefe. En ese entonces, aprendí rápidamente lo que era estar en mi linda y luminosa y cómoda oficina… almorzando solo. Sin salir, para no mirar la ventana mientras comía en algún lugar.
Estar encerrado en mi oficina, me creó también la necesidad de, conscientemente, acercarme al equipo. Salir del encierro. Evitar la modorra de la pantalla. Llamar a amigos. Ser, conscientemente, más social. O sucumbir a esa terrible nueva realidad de la “Soledad del Jefe”.
Al salir de McCann y comenzar mi camino al emprendimiento (que ya he compartido bastante en mi Podcast), justo en época de pandemia, ese sentimiento y esa necesidad volvieron a aflorar más fuerte que nunca. Primero, por la necesidad de entender donde estaba. Con quienes contaba. Como empezaba “mis próximos 20 años”. La conexión, la necesidad de mi red de apoyo, se volvieron vitales, y fundamentales, en lo que un mes más tarde se volvió mi “Nuevo Ritalin“, como tan bien le llama mi coach. Corte a dos meses más tarde… dándome cuenta de lo importante que ha sido para mi el proceso y el diseño de conexiones clave en mi vida social, emocional y profesional.
El lado luminoso del distanciamiento físico, si tú también te das cuenta y te preocupas de hacerlo, es este “Acercamiento Consciente”. Hoy ya puedo decir orgulloso que tengo 5 clientes con los que estoy haciendo proyectos que me tienen feliz, realizado y muy motivado… ¡y con 3 de ellos jamás he estado fisicamente en la misma sala! Y si hoy me preguntas si la pandemia me tiene aburrido de la soledad, no sabría de qué soledad me hablas. Porque evitando la “Soledad del Jefe”, aprendí a agendar, obligarme, diseñar, conscientemente, cómo no volverme una persona aislada y sola y amargada. Y hoy, en plena pandemia, seguí de largo con esa costumbre, que me tiene hoy hablando con muchísima gente. Conectado como nunca. Conectado como siempre.
Va a sonar feo desde mi privilegio, pero soy también consciente de él y doy gracias todos los días por ello: hace unos días hablaba con mi señora sobre lo que ha hecho la pandemia por nuestra familia, y más allá de mi hijo adolescente que echa de menos a la polola y los carretes; o la mala forma con que los colegios pueden armar las clases para una niña de 5 años, este período nos ha unido más como familia. Disfrutando un aperitivo sabor sábado un miércoles cualquiera; con la bendita ubicuidad de no perder ya dos horas al día en desplazamientos o cerrar mi computador un rato y tirarme al suelo con mi hija y nuestras mascotas para jugar un rato. Encerrados cocinando, jugando juegos de mesa y aprovechando y disfrutando la casa a full. En paralelo, el Acercamiento Consciente me ha mantenido unido con amigos en Happy Hours de varias horas, Bingos familiares (gran dato: “Cartones de bingo” en la Appstore y alguno que tenga un bingo físico para ser el anfitrión) y tantos nuevos amigos por los grupos de Whatsapp y las charlas diarias, que pareciera surrealista decirlo.. pero gracias a la pandemia, me siento más acompañado que antes.
Como ya he hecho costumbre en mi Podcast, quiero dejarles algunos tips, algunos consejos accionables que he aprendido en el camino, para un buen Acercamiento Consciente:
Agéndalo. Esto se diseña. No pasa solo. Ponlo en tu calendario, literalmente: una o dos horas al día para conectarte con al menos 2 o 3 personas. Puede ser un ex cliente, un pariente con el que no hablas hace rato, o un amigo. Hazlo costumbre. Hazlo parte de tu calendario y respétalo.
Participa. Busca grupos de Whatsapp, charlas o clases donde no solo aprendas, sino que también puedas aportar en la conversación. Es bueno para el ego y para actualizarte. Te obliga a pensar y tener una participación activa. ¿Alguna pregunta? Sí. Siempre trata de hacer alguna. Generar debate. Compartir posturas.
Ten una agenda. Cuando me conecto con alguien, siempre trato conscientemente de tener una “agenda”: o bien ayudar, o bien recibir ayuda. Crea y cultiva ese flujo eterno. Es como el “yo pago el almuerzo”. Eso obliga a seguir el flujo. A hacer un segundo almuerzo para pagar el anterior; y así.
Cree en el Dharma. Alguna vez alguien me dijo esta pelotudez: “Tu problema Rita, es que eres muy buena persona. No puedes llegar tan arriba siendo una buena persona”. Apenas escuché eso, supe que no quería seguir tratando con este tipo de personas. Y corroboré por enésima vez en estos días que la gente más exitosa que conozco, es también la más dispuesta a ayudar. Sí existe el almuerzo gratis. Sí existe la ayuda desinteresada. Porque esa misma ayuda desinteresada a mi mismo me ha hecho sentir en deuda, y la pago. Porque quiero. Porque se siente bien. Conéctacte con gente para ayudarla, para aportar. Y el universo te va a traer de vuelta eso por diez veces. Comprobado.
Ahora cierra tu computador, toma una hoja y un lápiz y date 5 minutos para pensar donde estás hoy respecto a tu Acercamiento Consciente. A quien le debes una llamada. A quien podrías ayudar. Quien podría ayudarte a ti. Y comienza el ciclo. Hoy, si lo quieres, puedes estar más conectado que nunca. Y no parar de estarlo nunca más.
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