Desde Monster que Charlize Theron se sacudió ese cuerpazo que tiene, y quedó desnuda en el pedestal de, valga la redundancia, Monstruo de actriz. En Mad Max es impresionante; en Prometheus y en Devil`s Advocate? wow. Así que obviamente esperaba hace rato poder ver Atomic Blonde. Sobre todo por los comentarios de calle que escuché en el SXSW de este año, donde fue una de los screenings más alabados.
Sin entrar a spoilearlos, la película tiene a Charlize como Lorraine Broughton, agente del MI6; una James Bond igual de estilosa pero bastante más ruda -y, ciertamente más realista; las escenas de peleas, todas contra hombres, son una maravilla-… en una misión en Berlín, en los días exactos en que cae el muro. Mezclando himnos ochenteros (algunos en versión alemana), el abrigo rojo furioso recortado cual comic sobre los muros oscuros, ese pelo casi blanco cayendo en sus brazos perfectos y persecusiones en autos vintage por una alemania efervescente al rededor, Atomic Blonde (Atómica, en español. Gracias por no ponerle “El muro del peligro” o algo peor) es efectivamente un cómic en vivo. Basado en la novela gráfica “The Coldest City” del 2012, sólo te advierto que al guión tienes que ponerle mucha muatención. Con una fantástica narrativa de racontos (todo comienza con el “debrief” de la agente, tras la misión), no se me ocurre ninguna razón para no esperar verla con más de un oscar. Por vestuario, dirección de arte, música y, claro, si es que hubiera esa categoría -esperemos que la Academia entre en razón- Oro a Charlize Theron por ser Charlize Theron.
Comments