¿Sabían ustedes que a los ladrones de autos le dicen “dentistas”? ¿O que son capaces de abrir un auto, con alarma y todo, en menos de 1 minuto? ¿O que la ley vigente es del siglo 18, y que contempla que la única forma de encarcelar a un ladrón es pillarlo in fraganti, o que confiese libremente, porque de lo contrario sólo lo multan por ser “reducidor de especies” y queda libre en un par de horas?!!… Yo no lo sabía. Lo supe este sábado a las 12 de la noche, mientras me caían gotas de lluvia en la cara y conversaba, emputecido e impotente, con un carabinero que me tomaba la declaración frente a la casa de mis viejos.
¿Qué pasó? Que ,edia hora antes, saliendo de la casa, desactivo la alarma del auto… Y no pasa nada. Al acercarme, quedo helado. La chapa está hecha pedazos. Cierre centralizado muerto. Alarma muerta. Unos cables colgando cual tripas de donde antes había una radio. Todo el auto dado vuelta. Hasta la rueda de repuestos había desaparecido. Mi papá escuchó una alarma que se cortó a los 10 segundos. Y ese fue el tiempo suficiente para que los ladrones, al frente de la casa de mi viejo, reventaran la chapa del auto de la Romi, abrieran el capot, desactivaran la alarma y cortaran el contacto la batería. Gone in 60 seconds. ¿Y qué se puede hacer?, miro incrédulo al carabinero. El tipo, congelándose en su casaquita toda verde, me mira paciente y me explica lo que ya debe de ser su guión ultra aprendido: nada. Si los pillan, que ya es difícil, los interrogan. Y si no dicen “yo lo hice”, los sueltan a las 2 horas fichándolos por reducidores de especies. Reducidores de especies. Nada más. Blablablabla, gracias y adiós. Menos mal que tengo seguro. Menos mal que no me topé con ellos, porque capaz que ni la cuento. Menos mal que salí yo y no la Romi.
Así que me salió barata. Más allá de un mal rato –que pasé con un asado con mis viejos y jugando “Life”-, es cosa de llamar a mi agente del seguro y que se haga cargo, ir a las fotos de rigor y recibir el auto de la aseguradora mientras arreglan el otro… ¿Pero el resto? ¿Si no tienes seguro, qué puedes hacer? Lo único que te queda: comprar una radio. Y como ya es salado arreglar la chapa y los contactos, una radio barata. ¿Y donde venden una radio barata? En el Bio-Bio. Donde el mismo tipo que te robó la radio te va a vender una muy parecida a la tuya, y tu le vas a pagar y te vas a ir echando puteadas por lo bajo y sintiéndote una mierda porque no hay nada que puedas hacer. Si no me creen, pregúntenle a los pacos.
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