Una semana entretenida, esta. A mi orden primaveral de la agencia -que hasta hoy, jueves 17.33 pm sigue perfect-, se le sumó: 1. Lunes: Un happyhour cargado al sushi en un sushibar (Bushido) cerca del depto de H. Buen dato, buen sushi, buena conversa. 2. Martes: Rec el viñamarino vino a Santiago y me hizo una visita flash. Unos rones en la terraza y una conversa que nos debíamos hace mucho rato. Mi compadre se pegó un cambio de vida radical: terminó con V, se quedó sin pega, se fue a Viña… uf, heavy revisión técnica de la vida. Buen update, I must say. 3. Miércoles: Un Happyhour en el Ritz Carlton, que no estuvo mal pero hubiera preferido un Liguriazo… Seguido de la comida de fin de año de la Anda. Tragos demasiado dulces en el cóctel, ok. Luego una super buena comida, pero pésimo show: ¡¿dos horas de videos de Viña del Mar?!… Augh! Aunque el “muertito”, osea la bolsa de 80 kilos con mercadería y regalitos de los auspiciadores que dan a la salida, no estuvo nada de mal. 4: Jueves. Tudei. Reunión con uno de mis clientes (35% de aumento en digital, o como diría Mr. Burns: ex-ce-lenteee), y una comida programada en la noche en un restorán con mis creativos. Rajazo necesario para darle buen final a esta locura de pega que nos tenía demasiado estresados. 5. Viernes. Coming attractions: cumpleaños de Tito. No se me ocurre todavia qué regalarle, pero vamos que se puede. Lo mejor de todo es que el viernes entonces, fijo, el día de trabajo termina con torta de la Laura R. 6. Sábado: Avant premiere de El Extraño Mundo de Jack 3D con Sebastián, que seguro que va a rayar con esa peli. Y yo, claro que sí. Of course! Regla de oro: no llevo a los niños a ver una peli que no me guste. Más que egoismo, póngale panorama sincero de finde.
Así que cuento corto, voy cumpliendo lo que me prometí. Y eso, pueh. Trabajando mientras bajo Flaming Lips y Ting Things… y pruebo un café vienés de esos que venían ayer… y tal.
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