Mire usté qué rico: Después de un día largo, llegar a la casa, jugar con tus hijos, despedirte de tu señora que se va a un cumpleaños (*). Luego, acostar a los niños temprano, hacerte una ensalada rica, abrir un buen vino, prender un palo santo, poner tu nuevo disco de Télèpopmusik (Angel Milk, gracias por el dato de la Blank) y disfrutar todo eso, junto a la ruma de revistas que se te han ido juntando estos días. De postre, abrir el velador de tu señora y, ¡ajhá!, encontrar un chocolate perdido. A eso le llamo terminar bien un martes. Salud por eso.
(*) Aunque luego supe que estuvo la Rossana Almeyda. Rayos, me lo perdí.
Comments