Como bien dije (aunque no hay que ser muy clever como para haberlo visto venir), esta semana todos nuestros colegas bloggers andan en su sacada de cuentas del 2005. Qué hicieron, que les hubiera gustado hacer; qué consiguieron. Felicidades, metas, condoros. Todos están frente a la mesa de luz viendo sus radiografías del ombligo, preguntándose por qué fue que no y por qué dio que sí. Mientras, mis cuentas sacadas siguen con esa falta de epìlogo que sólo el cambio de agencia me va a dar. Así que, en ese aspecto al menos, dejo pendiente mi personal closure para la primera semana de enero. Cual fin de año chico. A nivel familiar, también hubo varias movidas. Con la Romi nos pegamos un viaje que nos debíamos hace tiempo; nos reafirmamos como pareja; estamos por tener un segundo hijo y llegamos al comienzo de nuestro 5to. año de matrimonio. Mientras, mi hermana entró a trabajar, se independizó y ya decidió irse a vivir con el pololo (y papá de mi sobrino). Encontré un grupo de muy buenos amigos en muy poco tiempo… Y, claro, si hablamos de cómo fue mi año profesional no puedo quejarme. Un par de premios en Achap, Agencia del Año y el recién decidido retorno a McCann -nuevo cargo incluido- que se oficializará justo al momento de dar el abrazo. Fue un buen año. No me puedo quejar. Corroboré que uno es lo que quiere ser. Que la vida, sea esta la única o la primera de una serie o el pre-paraíso o whatever, viene con un significado que tenemos que descubrir. ¿Qué es la felicidad? Sentirse pleno. Algunos lo hacen con un auto del año (luego se darán cuenta de su error); otros, con sus amigos. O su familia. O su trabajo. Personalmente, logré dar con mi centro. La Vida, en mayúsculas, es un conjunto de pequeñas vidas en las que conviven tu yo profesional, tu yo papá, amigo, pareja… Y sólo conjugandolas bien, y dándote cuenta de que todas forman parte de ti a la vez, podrás sentirte pleno.
Así que a mis amigos, parientes, colegas… A a la Romi, Sebastián y Nicolás… ¡y a la Mopa! Gracias a todos los que hicieron de este 2005 un año digno de ser recordado con una sonrisa.
Y sí, seguramente voy a postear algo más antes del 2006… pero para mi, este año ya se fue. Y lo cerré y lo enmarqué como para pegarle unas miradas más. Pero ya fue. El positivo le ganó al negativo por goleada. ¿Y saben por qué? Simplemente porque así lo quise.
Esta inquietante pintura post Tomy y Dali llamada “My Happiness is riding on your misery” es parte de la colección de Luke Chueh
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