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  • Foto del escritorCristián Ritalin León

El futuro de la computación. Parte 2.

Escribí sobre el futuro de la computación hace no más de 3 meses (acá)… pero fue antes del home office, antes de quedarme sin Mac (porque era de McCann, obvio; y en 20 años jamás necesité comprarme un computador personal; siempre fue de McCann)… y, además, antes de la salida del tan esperado Magic keyboard del iPad Pro, que recién esta semana empieza a ser revisado por los unboxers de siempre.

Y en esa mezcla de falta de Mac por un buen rato (habrán leído mis puteadas varias, primero por mi compra en Falabella, que a un día de la supuesta llegada me atrasan en 2 semanas, así que cancelé; y luego con Groupon Peixe, que simplemente me dice que “No va a llegar” el mismo día que debía llegar; dejemos esto para un post o Podcast sobre UX y e-commerce, ok?, que ayer luego de 1 mes encerrado tuve que hacer fila de 1 hora en un PC Factory a la rechucha)… en ese limbo de tener que usar mi Tablet, mi Galaxy Tab S6 que amo con todo mi geek corazón, como un verdadero computador, y ver ahora los reviews del Magic Keyboard…

Eh… Me siento profundamente decepcionado.

Me encanta el futuro de la computación. Me mata la futurólogía de los interfases, del home office y las empresas de estructura distribuida, como esa charla de TED me rayó al verla por primera vez… Pero me decepciona que todavía no llegamos. Casi, pero no.

Primero, el tablet:

Galaxy Tab S6. Mejor pantalla que el iPad Pro, con teclado increíble y lápiz gratis.

Y siento que es un despilfarro, un derroche, tener un tablet como el Samsung Tab S6, con casi tanta capacidad como un computador, con trackpad casi perfecto -pero un poco pequeño-; con lápiz espectacular para dibujar, y un form factor que me permite usarlo como computador y luego como tablet, simplemente quitándole el teclado imantado. Click. Listo. Perfecto…

Pero es un tablet. Y peor: internet cree que es un teléfono con Android. Y vuela. Ojo, es atómico… pero es un PC. O peor, es un Android. Me acostumbré a él, pero no conecta con mi iPhone, no puedo ver Apple TV Plus (meh), pero por sobre todo no tiene Keynote e iMovie, mis dos programas clave para trabajar.

Hasta ahi, ni tan terrible. Por eso duré casi 2 meses con él y sin computador. Aunque igual hay muchísimos sitios que no permiten ver paginas completas (te odio, Scotiabank; te odio LinkedIn que no me dejo actualizar mi info porque estaba en un “movil”)…

Y el Mac? Bueh:

Mi recién llegado MacBook Pro de 13″; 256GB y 2.4 GHZ.

El mac es un objeto de diseño. Exquisito. Las teclas de mariposa son un asco, pero en la version 2019 no es tan terrible (o quizás me acostumbré con el 2018?)… Y con iMovie y Keynote volví a sentir que tengo dos manos… Pero también es un derroche. Por qué estoy escribiendo esto desde el mac, si estuve 2 meses con el tablet? Claro, mejor trackpad. Mejor teclado (mas grande, al menos); iluminado. Pantalla True Tone… Y los mejores parlantes de la casa. Lejos. Los disfruto en este momento…

Pero igual, ahi queda.

No me malentiendan: Me pegué la paja enorme de estar meses investigando y mi tablet es una maravilla. Al punto de dejar el iPad. Pero no es un computador. No del todo. Y por otro lado, el mac está bien, pero me pillo constantemente a punto de usar los dedos en la pantalla.

Hay un punto medio, don Apple. Hay un lugar intermedio, don Samsung. Donde un tablet tan bueno como el iPad Pro o el Tab S6 de Samsung, pueden ser un computador. Y hay un lugar intermedio donde un MacBook Pro, puede ser más liviano, portátil y táctil. Y todavía no lo veo.

Todavia.

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